Manifiesto.

Vermú. Licor compuesto de vino, ajenjo y otras sustancias amargas y tónicas, que se toma como aperitivo.

Vinilo. Sustancia que contiene el grupo funcional vinilo, utilizada en la fabricación de tejidos y discos.

Surco. Señal o hendidura prolongada que deja una cosa que pasa sobre otra.

Entre Surcos de Vinilo y Vermú es una página web independiente, es decir, no hay ningún poder superior que nos haga elegir los artículos, corregirlos, ni publicarlos o lo que es peor: no publicarlos. Tampoco existe una conexión directa con los protagonistas de los que hablamos más allá de la casualidad. No hacemos esto para que nos inviten a copas, a comer, nos regalen discos o nos digan guapos (y aquí el primer momento de delirio).  La sensación de hacer algo por el mero placer de hacerlo libremente ya es una satisfacción personal que compensa una hipotética oferta millonaria que nos permita escribir desde una mansión a la orilla de un lago suizo (segundo momento de delirio).

Creemos en los pequeños placeres y que conexiones entre cosas aparentemente minúsculas las hacen mágicas. Por separado, nos gustan los tres conceptos principales del título de la web, juntos (además de ser una frase de una canción de Los Negativos) nos llevan a otra dimensión. En ese sentido, nos gusta esa magia que encierra combinarlos para aprender ciertas cosas. Que un disco huele tanto a vermú, como un restaurante suena a una canción o un vino recuerda a un disco.

En Entre Surcos de Vinilo y Vermú no pretendemos nunca, y esto si es un momento serio, que lo que aquí escribimos tenga la posesión de la verdad absoluta. Vivimos para exponer nuestros gustos y punto de vista, y si alguna vez lo excedemos seremos merecedores de que alguien entre en nuestra casa y se mee en nuestra puta alfombra.

Dicho esto, y si consigues llegar hasta el final de las líneas de una de las publicaciones verás más un por qué son las cosas que un cómo son, ya que al fin y al cabo encontrar descripciones en la internet es fácil y hay gente muy preparada para ello, que además lo hace fabulosamente bien.

Solo nos queda dejar en manos de los que nos lean o escuchen los podcast la decisión de si realmente merece la pena el tiempo dedicado haya sido satisfactorio. Esperamos que sí.