Episodio 99: Dunedin Sound hasta el kiwi

pop • mar. 08, 2024

Kiwi Pop, Dunedin Sound, Flying Nun Records o lo que sea. Lo que sí ha pasado es que habíamos tardado demasiado en meternos en Nueva Zelanda. Los vuelos están caros, las escalas puedes ser en plural y los alimentos ricos en fibras no son nuestros favoritos para determinadas horas.

La historia de hoy comienza a principio de los años 80 en la ciudad de Dunedin, una urbe diminuta en comparación a los estándares habituales, pero que fue cuna de una vibrante escena musical independiente. Con influencias que iban desde el pop de los 60 hasta el post-punk de finales de los 70, los chvales locales se lanzaron a experimentar y crear un sonido único.

David Kilgour, miembro de The Clean, acuñó el término "Dunedin Sound" en 1981, casi de casualidad. Destacaba la crudeza y autenticidad de la música que surgía en su ciudad natal. Un sonido, influenciado por la radio y la entrada de nuevo material de la época, hizo de esta esquina del globo terráqueo (sabemos que no es un globo sino un geoide y que lo de esquina podría ser relativo si nos saltamos las convenciones cartográficas) se destapara con un sello distintivo en esa región.

Flying Nun Records, fundado en 1980 en Christchurch, fue fundamental en la difusión y promoción de esta escena emergente. Con grupos como The Chills, The Verlaines o los propios The Clean en su catálogo, el sello se convirtió en una institución de la música independiente neozelandesa.

En el programa sobrevuela todo el rato el interrogante de si realmente existe un "Dunedin Sound" definido, lo que es innegable es el impacto cultural y musical que estos grupos tuvieron no solo en Nueva Zelanda, sino también a nivel internacional. Su legado perdura en la escena musical de los más indies del lugar hasta el día de hoy, recordándonos que la creatividad y la sonar como si te estuvieras desarmando nos puede conquistar aunque estemos a 180º de distancia.